Page 61 - Revista Urbana 79
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Según  Alexander,  el  arquitecto  Brunner  murió   Chía,  proyecto  con  el  que  se  integrarán  los
                 El apellido Brunner es    en el momento clímax de su carrera, dejando en   servicios municipales y administrativos de la
                                           marcha  proyectos  de  gran  calibre  como  el  pro-
             sinónimo de arquitectura,     yecto regional del Embalse de Tominé, que será el   ciudad. Otros proyectos importantes son el
                                                                                      edificio de usos mixtos de Teleskop y el edifi-
                                           parque más grande en su categoría de Latinoamé-
                como si ese gusto por     rica y pensado para mejorar la calidad de vida de   cio corporativo de la constructora Amarilo.
                                                                                       Para el equipo de trabajo de la firma que lleva
              el diseño corriera por la   los bogotanos; el Centro Cívico de la Universidad de   su nombre -Konrad Brunner Arquitectos-, era
                                          los Andes, proyecto que promete impactar el centro
              sangre de los integran-    de la ciudad de Bogotá y de involucrar al público con   un hombre con una claridad mental iniguala-
                    tes de la familia.   la universidad; el Centro Administrativo Municipal de   ble, así como una sencillez admirable en la ma-
                                                                                      nera de ver las cosas.
                                                                                       “Era muy dedicado en su trabajo, promovía
                                                                                      el trabajo en equipo y compartía sin ningún
                                                                                      interés  su  conocimiento”,  afirma  su  hijo,
                                                                                      quien además destaca “nadie me lo creería,
                                                                                      pero podía leerse entre cinco y diez libros se-
                                                                                      manales en sus espacios libres, después del
                                                                                      trabajo, y lo que aprendía siempre terminaba
                                                                                      incidiendo de una u otra manera en sus pro-
                                                                                      yectos”.
                                                                                       De hecho, Konrad aseguraba que para un ar-
                                                                                      quitecto es importante, además de tener co-
                                                                                      nocimiento en diseño, construcción y normas
                                                                                      técnicas, saber de literatura, filosofía, historia,
                                                                                      geografía, entre otras disciplinas que enrique-
                                                                                      cen la labor, porque los proyectos son el resul-
                                                                                      tado de muchos contextos que, además, de-
                                                                                      ben  conservar  vigencia  en  el  futuro.  “Esa  ri-
                                                                                      queza de conocimiento que tenía mi padre lo-
                                                                                      graba una conexión impresionante a nivel la-
                                                                                      boral en el equipo y en los proyectos que lide-  59 59
                                                                                      ramos”, asegura Alexander.
                                                                                       “Si el uno por ciento de los arquitectos se
                                                                                      enfocara un poco más en lo que enfatizaba
                                                                                      mi  padre:  gestar  el  proyecto  desde  afuera
                                                                                      hacia adentro, estableciendo dentro del ob-
                                                                                      jetivo  principal  el  aporte  a  la  comunidad,
                                                                                      seguramente las ciudades, el país y el mun-
                                                                                      do  serían  mucho  mejor”,  concluye  Alexan-
                                                                                      der Brunner.
                                                                                       Es  así  como  la  Cámara  Colombiana  de  la
                                                                                      Construcción, Camacol, ha querido hacer un
                                                                                      pequeño pero sentido homenaje al arquitec-
                                                                                      to  Konrad  Brunner.  “Después  de  muchos
                                                                                      años de haberlo conocido, puedo decir que
                                                                                      era un gran señor, gran arquitecto, gran cole-
                                                                                      ga, gran maestro. Un hombre lleno de gene-
                                                                                      rosidad en su conocimiento, apasionado con
                                                                                      su labor y creyente de que el desarrollo de las
                                                                                      ciudades debe pensarse buscando la calidad
                                                                                      de sus habitantes. Su obra, su legado hablan
                                                                                      por  sí  solas  de  lo  que  fue  Konrad.  Gracias
                                                                                      querido Konrad”, expresa Sandra Forero Ra-
                                                                                      mírez, presidente Ejecutiva de Camacol.
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