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EDITORIAL

EMPLEO, EMPLEO Y MÁS EMPLEO

POR SANDRA FORERO RAMÍREZ
PRESIDENTA EJECUTIVA DE CAMACOL

economía ha enfrentado durante este año grandes restos debido a las condiciones de salud pú-
LA blica derivadas del Covid-19. Y aunque hay señales muy importantes de recuperación económica
en los meses recientes, el tejido empresarial, el aparato productivo, las fuentes de crecimiento y el empleo
siguen en condición vulnerable. En una lectura general del contexto económico reciente se puede mencio-
nar que el aparato productivo sigue impactado por la coyuntura de salud pública. En el tercer trimestre la
economía se contrajo un -9%. Asimismo, en 9 de las 12 actividades productivas hay señales en rojo desde
el pasado mes de marzo, lo cual refleja un deterioro y riesgo para la sostenibilidad del tejido empresarial.
Desde el punto de vista de la demanda, hemos experimentado reducciones en las tres fuentes de creci-
miento de la economía: el gasto (-7%), la inversión (-18%) y las exportaciones (-24%).
Nada menor ha sido el impacto en el empleo. Si bien desde el pasado mes de abril hemos recuperado 4
millones de puestos de trabajo, frente a referentes de los últimos años en materia de ocupación en el país,
necesitamos crear 3 millones de puestos de trabajo adicionales en el corto plazo, y tenemos 3,8 millones
de colombianos que siguen en condición de desempleo, con particular afectación en mujeres y jóvenes.
Esto es una condición del mercado laboral que debe revertirse muy rápidamente.
En ese contexto, el sector de la construcción puede contribuir de manera significativa con la generación
de empleo en el país. Para el 2021, nuestras proyecciones sectoriales nos indican que se venderán 195.545
unidades de vivienda, donde la inversión tendría un incremento del 4,1%, llegando a los 34.8 billones de
pesos. Y es que la vivienda seguirá jugando un papel relevante en el proceso de reactivación social y eco-
nómica del país. Además de que la vivienda es la inversión más importante que realizan los hogares a lo
6 largo de su vida, no solo por el componente emocional, pues es uno de los grandes sueños de las familias
dado el bienestar y estabilidad que genera, sino porque representa también beneficios de
largo plazo, teniendo en cuenta la forma en la que se valoriza e incrementa el patrimonio
de las familias, el respaldo que genera para apalancar otras inversiones, las posibilida-
des de derivar ingresos por su renta y la liquidez como un atributo favorable en mo-
mentos en los que se requiera.
Como sector hemos respondido de manera imperativa a generar la oferta de vi-
vienda necesaria para movilizar la economía, la inversión y el empleo. Hoy en día,
los colombianos tienen a su disposición proyectos con oferta por más de 73.000
Viviendas de Interés Social y más de 63.000 del segmento medio; esto para ejecu-
tar los 200.000 subsidios que ha puesto el Gobierno Nacional en marcha y el gran
respaldo que el Fondo Nacional de Garantías ha dispuesto mediante las garan-
tías a la financiación de vivienda. El contexto de financiación también
es muy favorable debido a que tenemos las tasas de interés más bajas
de la historia, lo que, sin duda, evidencia que este es el mejor mo-
mento para invertir.
Es así, como nuestro propósito para el próximo año es seguir
comprometidos con la reactivación económica del país, pero so-
bre todo, que la inversión, los subsidios, nuestros proyectos y los
objetivos de todos los actores se traduzcan en generar empleo,
empleo y más empleo.
¡Felices fiestas y próspero 2021!