Page 63 - Revista Urbana 76
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hace varios años, Bucaramanga
DESDE viene experimentando un
proceso de expansión hacia sus municipios aleda-
ños en materia de construcción de vivienda. Nada En 20 años el desarrollo en los
más en 2015, año que fue provechoso para el municipios aledaños a Bucaramanga se
licenciamiento de obras, quedó en evidencia el
modelo que iba a permanecer en el tiempo, pues continuará evidenciando y la dinámica de
como muestra el Informe de Coyuntura Económica compra de inmuebles irá creciendo.
Regional, elaborado por el DANE y el Banco de la
República ese año, mientras el área licenciada en
Bucaramanga caía, en Piedecuesta y Floridablanca
el espacio para construir creció 25,6% y 33,5%, respectivamente, con respecto al año inmediata-
mente anterior.
El auge parece ser claro para los constructores y la
misma población. Y es que, Bucaramanga, como tal,
no tiene suelo para nuevas edificaciones. Hacia el
norte no hay suficiente capacidad para crecer; mien-
tras en el sur, solo al pasar el puente de Provenza, ya
se puede visualizar el área metropolitana (AMB) en la
cual el potencial de construcción para diferentes
segmentos de la población es alto, pues en el corazón
de la ciudad solo se puede aspirar a construcciones
verticales y a toda una renovación urbana; mientras
que levantar viviendas en los lugares aledaños resulta
ser menos dispendioso y menos costoso.
Por todo lo anterior, las políticas públicas de la
Alcaldía local y el Plan de Ordenamiento Territorial,
POT, han ido integrando al área metropolitana en los
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proyectos de construcción. Con diferentes iniciativas, 63 63
ya se vienen incorporando los municipios de Florida-
blanca, Piedecuesta y Girón, que, desde el punto de
vista de Sergio Marín, gerente general de Marval, ha
sido una herramienta de gran ayuda para el desarrollo
y consolidación de cada uno de los integrantes.
“Bucaramanga y su área metropolitana, como
resultado de su crecimiento poblacional y físico, es un
claro ejemplo de conurbación, donde una serie de
ciudades, pueblos grandes y otras áreas urbanas se
fusionan. Cada municipio mantiene su dinámica
propia, recursos económicos, servicios públicos,
capacidad de atraer inversión, espacios urbanos y
suburbanos, una personalidad, idiosincrasia y cultura
propia. En otras palabras, poseen independencia
funcional y dinámica en cada uno de sus territorios”,
agregó Marín.
Ahora, el reto consiste en darle una visión futura y
más unificada hacia el crecimiento regional, que a su
vez esté ligada a las políticas sociales y económicas en
términos de desarrollo de la vida comunitaria y de
nuevas oportunidades laborales y académicas para
las personas que ahí habitan, con el fin de garantizar
una buena calidad de vida. Esto quiere decir que,
paralelo a los proyectos de vivienda, se desarrolle un