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EDITORIAL
CONSTRUCCIÓN ES REACTIVACIÓN
POR: SANDRA FORERO RAMÍREZ,
PRESIDENTA EJECUTIVA DE CAMACOL
reactivación económica desde el sector de la construcción es una realidad y el conjunto de indicado-
LA res líderes así lo demuestra. Las licencias de construcción, los desembolsos de vivienda, los despachos
de cemento, el empleo, y la confianza de los compradores reflejan un mejor desempeño que lo registrado en 2020,
con un PIB sectorial creciendo a tasas cercanas al 16%. Este buen comportamiento se explica a partir de varios
factores. En primer lugar, la política de vivienda, que con 200.000 subsidios para la vivienda social y para el seg-
mento medio han marcado un gran incentivo a la inversión y el acceso a la vivienda de los hogares. Segundo, unas
tasas de interés favorables, seguimos en mínimos históricos y con sector muy competitivo y con gran apetito por
la financiación hipotecaria. Tercero, la pandemia ha realzado los atributos de la inversión en vivienda y gran parte
de la sustitución de gasto de los hogares se ha orientado a la inversión. Tenemos una oferta muy amplia, diversa y
sobre todo que se adapta a las necesidades de inversión de los hogares, en términos de plazos, tipo de inmueble,
región, entre otros. Y finalmente, la comercialización virtual de inmuebles ha generado un mercado inmobiliario
muy activo y sin fronteras regionales para la inversión.
A partir de nuestro sistema de información, Coordenada Urbana, esperamos que con este buen panorama el
cierre de 2021 registre ventas de vivienda social cercanas a las 161.000 unidades, lo que equivale a un creci-
miento de 15% frente al registro de 2020. Por el lado de no VIS, el crecimiento esperado es de 10%, superando
así los niveles de comercialización de los años 2018 y 2019. En cuanto a los lanzamientos, el segmento VIS al-
canzaría 161.906 unidades, frente a 58.700 en vivienda diferente de social.
Asimismo, para los siguientes dos años, la perspectiva es igualmente positiva. La comercialización de vivien-
da en 2022 y 2023 superará las 500.000 unidades, donde la vivienda social aportará
6 362.000. En cuanto a los niveles de inicios de obra, también suponen un aumento
significativo para los dos próximos años, llegando a 375.000 unidades; lo cual im-
plica la generación de 635.000 nuevos empleos directos. Así, las proyecciones y
el buen comportamiento del sector edificador, ratifican que estamos en capa-
cidad de seguir generando empleo, dinamizando la economía nacional a tra-
vés de compras intermedias al 54% del aparato productivo del país, y gene-
rando bienestar para los hogares colombianos por medio de una vivienda
digna.
Por supuesto hay que reconocer que hay desafíos como la deficiencia en
la cadena de suministro y abastecimiento de insumos, lo cual genera una
presión importante en los costos de construcción y se convierte en el
principal reto del sector. También tenemos el reto de hacer que
la política de vivienda este fiscalmente cubierta y así garanti-
zar los subsidios que los hogares compradores tienen la ex-
pectativa de recibir en los próximos años; y a esto se suma
que reactivarse requiere coherencia institucional y admi-
nistrativa para crear un entorno facilitador de los negocios
y del desarrollo productivo y por tanto tenemos que se-
guir trabajando en que la gestión del suelo urbanizable
y que las mejoras en los trámites y procedimientos
sean una prioridad para la reactivación a nivel regional.
Con todo esto, en 2022, la construcción seguirá siendo
sinónimo de reactivación.
¡Felices fiestas!