En los últimos meses el gremio ha intensificado su trabajo, no solo para ponerle ese ‘tono’ sostenible a su quehacer diario, sino también para adelantar iniciativas que sin lugar a duda se convertirán en hitos para el sector. En un acto simbólico para reafirmar el compromiso con la transformación hacia la sostenibilidad, a partir del 11 de septiembre, y de manera temporal, la Cámara Colombiana de la Construcción se viste de verde.

Así lo demuestra Camacol Verde, la línea de gestión gremial creada en agosto del 2022, y los recientes anuncios asociados al tema, que confirman que cada vez el sector constructor está construyendo más sostenible. “Al 2030, nuestro objetivo es que al menos el 50 % de las viviendas que se entreguen sean verdes”, afirmó el presidente de Camacol, Guillermo Herrera, quien destacó que la idea es entregar 428 mil unidades con características sostenibles, e impulsar 461 mil empleos por año, en promedio.

El impacto positivo de la construcción sostenible en Colombia está reflejado en importantes ahorros de energía, agua, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y disminución en los costos de servicios públicos, que también significan ahorros para miles de familias. Estos beneficios están proyectados para las viviendas certificadas que se entregarían en el periodo mencionado.

Se espera que las viviendas certificadas que se entreguen entre 2025 y 2030 tengan un ahorro acumulado de 1,3 millones de megavatios (MWh) en energía, 48,4 millones de metros cúbicos de agua, una reducción de 576 mil toneladas de CO2 y un ahorro estimado de 485 mil millones de pesos en el pago de servicios públicos.

Más metros cuadrados verdes

Otro dato relevante es que hoy por hoy Colombia es referente internacional en la construcción de vivienda con certificación de sostenibilidad. Solo a través de Edge, que Camacol impulsa con la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial, el país ha logrado certificar 17,1 millones de metros cuadrados, entre los cuales hay más de 240 mil unidades de vivienda; el 72 % corresponde a Viviendas de Interés Social (VIS).

Además, teniendo en cuenta que la mayor parte de las certificaciones se concentran en las ciudades más grandes, el gremio, a través de sus 19 seccionales en el país, también tiene una apuesta en las regiones, en las cuales hay un compromiso verde del tejido empresarial.

Igualmente, las innovaciones financieras forman parte de la agenda. En el mundo, a través de los bonos sostenibles, se apoya el desarrollo de este tipo de proyectos, y en el caso particular de Colombia, desde el año 2021 el Gobierno ha emitido $3,2 billones de TES, o títulos de deuda pública verdes, con los cuales se financian proyectos con características ambientales.

A todas estas acciones hay que sumarles los recientes anuncios del gremio, que lanzó dos iniciativas que serán hitos para el sector: VIS 4.0: una propuesta para mejorar la producción y la calidad ambiental de las VIS, y TECC, Toolkit de Economía Circular para la Construcción: una plataforma que permite establecer una ruta de circularidad de las empresas y acceder a una caja de herramientas para quienes impulsan este tipo de desarrollos. 

Camacol también le ha planteado al Gobierno la posibilidad de implementar programas de coberturas para VIS y vivienda de clase media, que puedan complementarse con una mayor reducción en las tasas de interés para adquisición y construcción de viviendas que incorporen criterios de sostenibilidad y certificaciones verdes.

Este conjunto de acciones demuestra que la sostenibilidad es una parte fundamental de la industria de la construcción y que, definitivamente, el ‘semáforo verde’ que traza la ruta de los proyectos amigables con el medioambiente le está dando la vía a estrategias que también le aportan a la reactivación.