• Es un avance estructural que moderniza la manera en que se mide el desempeño ambiental de los proyectos de construcción y permite conectar los esfuerzos del país con estándares reconocidos a nivel global. Además, es un logro colectivo del sector, impulsado técnicamente por CAMACOL.
   

Por: Katherine Bobadilla Cruz - directora de Productividad y Sostenibilidad

La Resolución 0194 de 2025 del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio marca un punto de inflexión en la historia de la construcción sostenible en Colombia. Por primera vez, el país reconoce formalmente a través de un proceso de homologación que certificaciones verdes como Edge pueden actuar como mecanismos de verificación equivalentes al Mecanismo de Seguimiento y Control (MS&C), la herramienta oficial definida por la norma para comprobar el ahorro mínimo obligatorio de agua y energía en edificaciones nuevas.

Es un avance estructural que moderniza la manera en que se mide el desempeño ambiental de los proyectos y permite conectar los esfuerzos del país con estándares reconocidos a nivel global. Pero, sobre todo, es un logro colectivo del sector, impulsado técnicamente por CAMACOL y respaldado por la experiencia operativa que Colombia ha acumulado en materia de construcción sostenible durante más de una década.
 

Un contexto regulatorio que evoluciona

La Resolución 0194 de 2025 actualiza los parámetros obligatorios de ahorro en agua y energía para edificaciones nuevas, a través de lineamientos segmentados por tipología y por zona climática. En este marco introduce el Mecanismo de Seguimiento y Control (MS&C) como instrumento principal para verificar el cumplimiento normativo, definiéndolo como una herramienta “sencilla, transparente y de fácil aplicación”.

Además, la misma resolución abre la puerta a métodos alternativos de verificación. Su artículo 7, parágrafo 4, establece que: “Para la verificación de las medidas de ahorro de agua y energía en fase de construcción, se podrán considerar los sellos o certificados verdes que operen actualmente en el territorio nacional, previo a la homologación de los mismos por el Ministerio de Vivienda”.

Este elemento es clave, ya que reconoce que el MS&C no es el único mecanismo para medir el cumplimiento y que, en aras de eficiencia regulatoria, es posible emplear certificaciones que ya cuentan con modelos robustos, auditorías técnicas independientes y reconocimiento internacional.
 

El rol estratégico de CAMACOL en la homologación

La homologación de Edge no habría sido posible sin la participación de CAMACOL, que durante más de ocho años ha liderado la articulación entre constructores, entidades técnicas, gobiernos locales y la Corporación Financiera Internacional (IFC) –creadora de Edge–, para consolidar un ecosistema sólido alrededor de la construcción sostenible en el país.

Colombia se convirtió en el mercado global más importantes de Edge, no solo en volumen de proyectos certificados sino en la adopción temprana del estándar como herramienta de gestión del desempeño ambiental. Este proceso, por su madurez técnica, permitió avanzar en la homologación de manera rigurosa.

Durante su intervención en el ‘Edge Ten-Year Celebration Summit’ en Sudáfrica, Guillermo Herrera, presidente de CAMACOL, destacó el papel de Colombia: “Demostramos que la sostenibilidad no es un discurso aspiracional, sino una práctica real cuando se articula la regulación con herramientas técnicas confiables. Edge fue parte fundamental de ese camino”.

También enfatizó en la importancia de la articulación público-privada para avanzar hacia ciudades más eficientes: “El futuro urbano requiere decisiones valientes. Y una de ellas es permitir que las normas reconozcan los instrumentos que ya demostraron ser efectivos en el mercado”.

La homologación de Edge es precisamente eso: la convergencia entre un estándar internacional robusto y una normativa nacional que evoluciona.
 

¿Por qué Edge es compatible con la Resolución 0194?

Edge, que opera en Colombia desde 2015, exige ahorros mínimos del 20 % en energía, agua, y energía embebida en materiales, que son consistentes con los estándares del país. Su sistema de cálculo, ajustado por zona climática, se basa en los parámetros técnicos de la Sociedad Americana de Ingenieros en Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE), y coincide con la estructura técnica utilizada por la normativa colombiana.

El proceso de homologación incluyó:

Comparación de las líneas base nacionales vs. las del sistema Edge. Se revisaron consumos típicos por tipología y zona climática, que permitieron encontrar coherencia técnica entre ambas metodologías.

Análisis de las fases de verificación. Edge cuenta con dos momentos equivalentes a los del Mecanismo de Seguimiento y Control (MS&C): la certificación preliminar (diseño) y la certificación final (posconstrucción). Ambas incluyen auditorías independientes realizadas por profesionales acreditados.

Verificación en terreno con evidencia técnica. El certificado final Edge Versión 3 exige planos, fotografías, facturas, especificaciones y cálculos. Estos requisitos replican los controles requeridos por el MS&C y, en algunos casos, los fortalecen.

Esto significa que cuando un proyecto presenta su certificación Edge Versión 3 no debe aplicar el MS&C, ya que la verificación fue realizada por un tercero independiente bajo un estándar homologado formalmente por el Ministerio de Vivienda. Esto reduce duplicidad de trámites, disminuye cargas administrativas para los constructores y ofrece a los municipios insumos confiables para ejercer control.

Los beneficios de la homologación

• Mayor eficiencia regulatoria. Un solo proceso de verificación evita revisiones paralelas.
• Mayor confianza para autoridades locales. El certificado Edge final garantiza cumplimiento real en obra.
• Menor carga administrativa. Se eliminan duplicidades sin sacrificar rigor técnico.
• Convergencia internacional. Colombia se posiciona como líder en el uso de certificaciones reconocidas globalmente para fortalecer la política pública.
• Fomento de mejores prácticas. Se incentiva el diseño pasivo, la eficiencia en equipos, la reducción de consumos y la elección informada de materiales.
   

“La sostenibilidad avanza cuando eliminamos barreras innecesarias y fortalecemos las herramientas que permiten medir, comparar y mejorar”, afirmó el presidente de CAMACOL, Guillermo Herrera.