Oportunidades en tiempos de crisis

Edición 97 | Miércoles, Agosto 30, 2023 - 16:15

Por: ‘Economía para la pipol’. Camila González, Angélica Gómez y Valerie Cifuentes 

  • Todo tiene un ciclo, en este momento está duro, pero luego vendrán mejores tiempos. ¿Crisis u oportunidades?

La economía colombiana, y también la mundial, se está enfriando. ¿El motivo? Después de la pandemia todo se volvió más caro (inflación) y, por eso, los bancos centrales tuvieron que subir las tasas de interés para frenar el consumo. Eso les pasó factura a varios sectores, entre estos al de la construcción. 

Basta con mirar las cifras oficiales para ver el golpe: en el primer trimestre de 2023. La economía colombiana creció el 0,3 %, muy por debajo del 12,2 % visto en el mismo periodo de 2022, con lo que se confirmó la pérdida de ritmo de la economía. 

En el pulso que le toma el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) a la economía, de 12 sectores analizados 7 crecen, pero a ritmos más bajos y 5 decrecen. Dentro de los que más caen están la industria y la construcción, este último, especialmente por las obras civiles, como las de carreteras, o la infraestructura pública. La razón es que grandes proyectos que impulsan al sector, como el de las vías 4G, ya fueron entregados o están en etapas finales. Además, las obras públicas van a paso lento. 

Y si por el lado de las obras públicas llueve, por el de vivienda no escampa. El panorama para la construcción de edificios residenciales o para otros fines tampoco es bueno. Si se observa cómo le va a ese sector en la economía se ve que sigue en verde en el segundo trimestre de 2023 (3,1 %), pero es muchísimo más bajo que lo visto en segundo trimestre del 2022 (12,9 %). 

Lo anterior es una señal de desaceleración del sector, igual que la economía del país en su conjunto, algo similar a lo que se vivió recién llegó el coronavirus en 2020. Dicha situación hizo que el gobierno de entonces lanzara una política para impulsar las ventas de vivienda y por esa misma vía, la economía. Se anunció un paquete de 200.000 subsidios para que las familias fueran propietarias de VIS y No VIS. 

Esto, sin duda, impulsó las ventas de vivienda en medio de un contexto de inflación y tasas de interés bajas, un cóctel apropiado para endeudarse y sacarle provecho al apoyo del gobierno para cumplir el sueño de muchos: asegurarse un techo y comprar vivienda. 

En 2020 y 2021, lo normal era ver titulares de ventas históricas de vivienda, pero ese efecto boom fue desvaneciéndose a medida que pasaba el tiempo y cambiaban las condiciones de la economía del país y de la gente. A finales de 2022 e inicios de 2023, los titulares de las noticias empezaron a cambiar: las ventas de vivienda van en picada.

Por mencionar un ejemplo, según los datos más recientes de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), las ventas de viviendas VIS cayeron 62 % en el séptimo mes de 2023. Un golpe duro para las empresas detrás de ese negocio. 

La luz al final del túnel

Aunque el sector de la construcción sí la está pasando mal versus los últimos años de boom, no es el único. Hay que decir que sería raro que el mercado de vivienda creciera como lo estaba haciendo pese a las difíciles condiciones económicas.

Usualmente, después de un boom viene un shock. Esto no invalida la difícil situación que está enfrentando el sector con desplomes en las ventas de vivienda. Sin embargo, no hay que dejar de lado que al menos tres razones explican la caída:

1) las tasas de interés altas que hacen menos atractivo endeudarse.

2) la confianza del consumidor no es la misma que años atrás por mayor incertidumbre económica y política del país, y

3) un menor impulso estatal a los compradores de vivienda a través de subsidios. 

Así las cosas, este panorama de caídas estrepitosas en las ventas de vivienda puede tener varias interpretaciones: señales de alerta por lo que representa el sector de la construcción para el PIB (Producto Interno Bruto) y el empleo, pero también se puede ver como un reajuste del sector. 

Además, dice otro refrán popular, que “toda crisis trae su oportunidad”. Un ejemplo de esto es que recientemente el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que planean impulsar en el segundo semestre del año las obras civiles. Para eso, le volvió a pedir al sector financiero que baje las tasas para que los constructores logren el cierre financiero de sus proyectos.

El Gobierno también buscará impulsar la construcción de vivienda, para lo que, según dijo el ministro Bonilla, hay una adición al presupuesto del país en 2023 para asignar subsidios a la cuota inicial. 

Como hemos visto, no todo son malas noticias. El mundo y Colombia se desaceleran económicamente para controlar la inflación, que durante los últimos dos años subió sin pausa y llegó a niveles no vistos hace más de 20 años en Colombia, en Europa y en Estados Unidos.

Eso significa que las autoridades monetarias incentivan a que los consumidores tengan menos ganas de comprar desde comida hasta carros, televisores o casas, pues conseguir dinero con crédito es más costoso y ahorrar e invertir es más atractivo. 

Cuando eso sucede, los precios bajan debido a que los vendedores y los productores necesitan seguir vendiendo para mantener el negocio y entonces atraen a nuevos clientes con propuestas más atractivas: menores precios para “salir” de los famosos inventarios, es decir, de lo que ya se produjo y que está ahí esperando a que alguien lo quiera comprar.

O sea, la desaceleración también es una oportunidad para que el consumo de los hogares se reacomode, que las empresas se ajusten y que se creen nuevas oportunidades para crecer con mejores estructuras y ofertas en los meses y los años siguientes.

Además, en julio, después de casi dos años de constantes alzas en las tasas de interés, el Banco de la República dejó quietas sus tasas en 13,25 %. Aunque están en su nivel más alto de los últimos años, el ciclo de la política monetaria también hizo una pausa y se espera que a finales de 2023 o inicios de 2024 empiecen a bajar las tasas. 

Esto es otra señal de que sí, la economía se está desacelerando, la inflación sigue alta, pero en los próximos meses se ve una luz al final del túnel y endeudarse empezaría a ser menos caro. Todo tiene un ciclo, en este momento está duro, pero luego vendrán mejores tiempos. ¿Crisis u oportunidades?

#CamacolInforma.