La oferta disponible en las regiones es un as bajo la manga para atraer nuevos inversionistas y sobrellevar, en parte, la desaceleración.

A septiembre del 2023, Colombia tenía 167.632 viviendas nuevas en oferta, de las cuales 102.709 eran viviendas de interés social (VIS) y el resto, 64.923, de rangos medio y alto (No VIS).

Una cantidad nada despreciable, si se tiene en cuenta la coyuntura que atraviesa el sector y su impacto en el ritmo de iniciaciones, construcción y ventas.

Según Coordenada Urbana, sistema de información de Camacol, Bogotá, con 41.405 unidades; Antioquia, con 22.647; Cundinamarca, con 20.643, y Atlántico y Valle del Cauca, con 14.882 y 15.217 viviendas nuevas, respectivamente, lideran el top 5 del listado conformado por las 19 regionales del gremio.

En el caso particular de Bogotá y Cundinamarca, la participación superó las 60.000 unidades, de las cuales 41.000 son VIS. La oferta confirma la importancia de este segmento, que sigue marcando la pauta cuando se definen las necesidades de los colombianos en materia de vivienda.

Luis Aurelio Díaz, presidente del Grupo Oikos, considera que las cifras son importantes, teniendo en cuenta el ritmo de comercialización; sin embargo, recuerda que en años anteriores se llegó a las 200.000 unidades, impulsadas, especialmente, por el programa Mi Casa Ya (MCY).

“Nuestro sector movió la economía y permitió atender el déficit habitacional. Incluso, a pesar de que el ritmo de comercialización bajó, lo que vendimos en años anteriores tras lograr el punto de equilibrio y surtir los trámites nos dejó un colchón que ha permitido que nos sostengamos en estos momentos complicados”.

Aun así, el presidente de Oikos reconoce que algunas compañías han tenido que parar sus proyectos, abortarlos, desarrollar etapas más pequeñas o alargar el plazo para el pago de las cuotas. En este escenario, la creatividad para responder con nuevas estrategias ha sido determinante.

“Se generó un freno, por la forma en que el Gobierno ajustó Mi Casa Ya sin un proceso de transición; esto, sin duda, afectó a la industria. Lo importante es que en las regiones estamos trabajando fuerte para revertir la tendencia a la baja y en eso será determinante avanzar en la actualización de los planes de ordenamiento territorial, en temas de servicios públicos y en los planes parciales”, enfatizó Díaz.

LAS REGIONES ATRAEN INVERSIONISTAS QUE VIVEN EN EL EXTERIOR

Camacol, a través de ‘Dónde vivir e invertir en Colombia’, reactivó dos ferias de vivienda en Miami y New Jersey para connacionales que viven en Estados Unidos. Allí, la oferta de diferentes regiones fue determinante.

Según la seccional Antioquia, que impulsó el evento, en las dos ciudades se ofrecieron 146 proyectos inmobiliarios de 22 empresas afiliadas al gremio; además, registraron más de 1.700 interesados en invertir.

En línea con el informe de Coordenada Urbana sobre la oferta disponible en el país, Antioquia, Valle del Cauca, Bogotá y el centro del país, así como el Eje Cafetero y la costa Caribe, fueron las zonas que impulsaron más negocios y se prevé que en lo que resta del año y en el primer trimestre del 2024 se cierren varios de ellos.

“Estamos gratamente complacidos por la receptividad de los colombianos y la comunidad latina para invertir en proyectos inmobiliarios en el país. Sin lugar a duda, existe un sentimiento de aprecio por Colombia, como destino estratégico de inversión”, afirmó Guillermo Herrera, presidente de Camacol, quien agregó que iniciativas como ‘Dónde vivir e invertir en Colombia’ son fundamentales para dinamizar el sector edificador y otros subsectores de la economía.

Además de vivienda se ofertaron lotes y locales comerciales con precios entre 30.000 y 485.356 dólares, que generaron negocios por más de 22.000 millones de pesos, cifra que se puede multiplicar entre 5 y 10 veces, considerando los negocios que se concretan y cierran en los meses siguientes.

Acceder a vivienda en diferentes regiones del país desde el exterior tiene un valor agregado: la tasa de cambio, ya que con el precio de una vivienda promedio en Estados Unidos, con un precio base de 350.000 dólares –que equivalen aproximadamente a 1.400 millones de pesos– un comprador puede invertir hasta en tres proyectos inmobiliarios en Colombia.

Vivienda social lidera el inventario

Mauricio Sánchez, cofundador de la constructora Syma, también destacó que más allá de las grandes ciudades, hay un potencial por explorar en todo el territorio nacional. “De diez viviendas que se construyen en el país siete son viviendas de interés social (VIS) y eso es muy importante cuando se habla de oferta, porque el déficit cuantitativo está concentrado en las regiones”.

Según el directivo, “esto debe activar con más fuerza las acciones de trabajo colaborativo entre el sector constructor y el Gobierno Nacional, para que de una manera articulada les cumplamos el sueño a miles de familias que desean tener una vivienda propia”.

Para Sánchez, “esta mirada común es determinante si queremos contar con más subsidios y alternativas para impulsar y promocionar el acceso a vivienda, ya que somos un motor fundamental para la economía y allí, insisto, el papel de las regiones es clave”.

El presidente de Syma considera que cada acción del sector constructor se multiplica como ningún otro y activa más de treinta subsectores, con una fortaleza grande en las pequeñas y medianas empresas (pymes). De hecho, esta compañía antioqueña forma parte del 90 % que está en esta categoría, con una presencia importante en el territorio nacional.

Al respecto, Sánchez explica que hay trabajo por hacer en los municipios de categoría 6 y en la ruralidad, donde, con un trabajo mancomunado, se puede fortalecer la oferta. “Desde nuestra perspectiva, cuando llegamos a un municipio el aporte no es solo para quien adquiere la vivienda social. Nosotros también empleamos a gente local de manera formal y legal, y adquirimos productos y servicios de la economía del territorio (depósitos, restaurantes, almacenes…)”, explica.

El directivo recuerda que de 1.132 municipios que hay en el país, más de 900 son de categorías 4, 5 y 6. “Colombia es un país de municipios pequeños, donde la actuación de los sectores público y privado es clave para fortalecer el desarrollo de más oferta de calidad en las regiones”