Rentas cortas en Colombia: tendencias, retos y oportunidades en el mercado turístico
El informe analiza la expansión del mercado de vivienda de rentas cortas. En Colombia las llegadas de extranjeros por vía aérea crecieron 46% entre 2019 y 2024 (de 3,0 a 4,4 millones), ampliando de forma sostenida la demanda potencial de hospedajes temporales. El documento utiliza información del portal AirDNA para caracterizar magnitudes, desempeño y distribución territorial al interior del mercado nacional, con miras a apoyar decisiones de inversión y lineamientos de política pública.
Contexto internacional
A escala global, las rentas cortas se consolidan como una categoría estable dentro de la oferta turística. El mercado alcanzaría USD 138,5 mil millones en 2025 y superaría USD 344 mil millones en 2034, lo que implica una tasa de crecimiento compuesta anual de 10,7%. Regionalmente, Norteamérica y Europa concentran más de la mitad del mercado; Asia-Pacífico cerca de una cuarta parte. La mediana global de los 100 mercados más grandes se aproxima a 4,2 inmuebles por cada mil habitantes, en Colombia, Medellín (4,07) y Bogotá (1,7) se ubican por debajo, sugiriendo margen de consolidación.
Mercado de rentas cortas en Colombia
Se estima que en Colombia hay 116.685 hospedajes listados. En promedio, la incidencia es de 11 inmuebles por cada mil viviendas al interior de un poco más de 80 mercados analizados, con ocupación nacional del 50%, tarifa media de $255.000 pesos por noche, ingresos anuales estimados por propiedad de $41 millones de pesos y estadía promedio de 5 días. La oferta se concentra en Antioquia (más de 30 mil inmuebles listados), Bogotá (más de 19 mil) y Bolívar (13,6 mil).
Tendencias, oportunidades y retos
Entre las tendencias globales se destacan la preferencia por la sostenibilidad (68% de huéspedes la prefiere y pagaría hasta un 15% adicional), el auge de nómadas digitales y estancias prolongadas, la búsqueda de amenidades o experiencias auténticas y el crecimiento de inmuebles de lujo.
A nivel nacional, existe la oportunidad de la profesionalización de la actividad, la segmentación por nichos (ecoturismo, bienestar, trabajo remoto) y la expansión hacia regiones emergentes. Aun así, persisten retos como el uso de analítica, la formalización y regulación
Reflexiones finales
El mercado colombiano es heterogéneo: combina territorios consolidados (Bolívar, Antioquia, Bogotá, San Andrés) con mercados intermedios y emergentes con potencial. La rentabilidad depende de la interacción ocupación–tarifa y de la composición de la oferta, lo que exige mejores sistemas de monitoreo para anticipar tendencias y gestionar efectos urbanos y regulatorios, sin frenar inversión ni competitividad turística.
