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y conversaba más de lo normal. “Otra forma de picarle la lengua era hablándole paisa. Mi esposa es de Antioquia, y yo, sin serlo, aprendí el acento y así le charlaba. Cuando se presenta la oportunidad, aún lo hago. Le encanta que le hablen ‘paisa’”. Por su parte, Ximena Rovira, consultora del equipo Jurídico de Constructora Bolívar, y quien lo conoció en 1989 cuando ella aún era una estudiante, lo define como “una ‘calculadora humana’”. Asegura que es impresionante ver “cómo saca cuentas mientras otros tienen que recurrir a la tecnología. Sin duda, es una mente brillante”.Su habilidad con los números y su gran visión, afirma Rovira, caracterizan a este economista que se considera más un administrador. “Realmente no tengo ni idea porque terminé estudiando economía, aunque no me arrepiento. En el colegio nos hacían pruebas de orientación profesional y en todas coincidía que debía estudiar eso o administración. En esa época había unas discusiones políticas de si la administración era una ciencia o una técnica, y si debía estar en la universidad o no. En ese momento la facultad de Economía de la Universidad de Antioquia tenía tres áreas: contaduría, administración y economía; el título que daban antes de que yo me graduara –que era economista con énfasis en administración– lo quitaron. Soy en economista, pero en realidad estudié fue administración”. Su agilidad mental no es lo único que admira Ximena; “desde mi perspectiva legal admiro su sentido ético, su rigurosidad y transparencia. Su consigna es ir más allá de la misma compañía y pensar siempre en el país y en la gente; construir un sector sostenible a largo plazo, cada vez mejor”.Afirma que es reservado, algo tímido, pero que se fue empoderando a raíz de la exposición pública y el protagonismo que le otorgó su cargo. “Asumió ese papel con lujo de detalles; sin embargo, eso no le ha impedido mantener su cercanía con la gente y tener sus chispazos de buen humor; algo clave en las reuniones que a veces empezaban a ser estresantes”, anota la abogada.La cercanía con la gente de la que habla Ximena también forma parte de otra máxima del liderazgo que caracteriza al empresario: ofrecer mejores condiciones de vida a sus empleados y contratistas. Desde la constructora, por ejemplo, promovió los programas de alimentación para que aquellos trabajadores que llevaban portacomidas aprendieran a cocinar platos saludables a bajo costo, con el fin de PARA CARLOS ARANGO “LA VIVIENDA INFORMAL ES LO QUE MÁS LE CUESTA AL PAÍS. VOLVERLA FORMAL, LLEVAR SERVICIOS PÚBLICOS Y ENTREGARLES A SUS HABITANTES ÁREAS COMUNES, PARQUES Y VÍAS, ES ALGO EN LO QUE LOS CONSTRUCTORES FORMALES ESTAMOS TRABAJANDO”.24 Entrevista Revista