Page 42 - Revista Urbana 72
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EN CONSTRUCCIÓN








                                     Bogotá
                                     Por el lado de Bogotá, Mauricio Uribe, director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, opina que el
                                      desarrollo urbano es una oportunidad de transformar positivamente la ciudad en función de sus habi-
                                      tantes y el disfrute de ellos, en ese sentido, los monumentos y en general los bienes muebles patrimo-
             “Las principales         niales que se encuentran en el espacio público cumplen una función importante, ya que son objetos que
                                       permiten varias dinámicas alrededor suyo y que pueden estimular la convivencia de los ciudadanos.
             ciudades del país          “De esta manera se busca desarrollar una ciudad que está pensada en todos, lo cual se refleja en la cons-

             preservan sus             trucción de igualdad, por medio de espacios públicos que se desarrollan de manera armónica para brindar
                                        buenos sitios para el disfrute y el encuentro sin olvidar el pasado y fortaleciendo la memoria. En este orden
             monumentos, esto           de ideas, los bienes muebles patrimoniales que enriquecen la ciudad, al ser contenedores de la historia de
             con el fin de atraer        las comunidades, de la ciudad y del país, cumplen la función de relacionar los elementos urbanos circun-
                                         dantes, así como los diferentes actores sociales que interactúan en un mismo lugar”, dice Uribe.
             mayor inversión              En cuanto al tema de la preservación de estos monumentos en la capital del país, el Instituto Distri-

             y a su vez marcar           tal de Patrimonio Cultural (IDPC) tiene en sus metas la recuperación de los monumentos conmemo-
                                          rativos, un trabajo que se articula con la apropiación del espacio público y con el reconocimiento
             un valor agregado            social por parte de la ciudadanía.
                                            “Para garantizar la conservación de los monumentos en espacio público es pertinente tener en
             para el desarrollo            cuenta que están elaborados en diferentes materiales, escalas, magnitudes y que tienen disímiles
             urbano”.                      estados de conservación, pueden ser bienes de arte moderno o bienes de carácter histórico, varia-
                                                  bles que hacen que cada uno sea único en su complejidad de estudio y tratamiento de
                                                     intervención. En ese sentido, los costos pueden partir desde hacer estudios previos
                                                      para intervención, cuyo valor oscila entre $10 millones y $30 millones e intervencio-
                                                      nes que pueden partir de un millón de pesos cuando son acciones de mantenimiento
                                                     y llegar hasta casi los $1.000 millones para restauraciones integrales”, expresó el fun-
                                                     cionario del IDPC.
                                                       Este año, para el tema de intervenciones directas sobre bienes muebles patrimoniales
                                                       en espacio público, el Instituto cuenta con un presupuesto cercano a los $580 millones.

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                                                       En el caso de Medellín las obras de importantes arquitectos e ingenieros locales co-
                                                        mo Horacio y Nel Rodríguez, Enrique Olarte, Juan Lalinde, Pedro Nel Gómez, que
                                                          aún permanecen en el centro de la ciudad, han sido valoradas como patrimonia-
                                                           les por su indiscutible valor histórico, estético, simbólico y cultural.
                                                            Para Herman Montoya Gil, de la Secretaría de Cultura Ciudadana de esta ciudad,
                                                           todos estos monumentos han ido consolidando una memoria colectiva de la ciu-
                                                          dad que ha sido reconocida por instancias públicas nacionales y locales, que han
                                                          emitido una serie de normas e instrumentos que buscan su preservación.
                                                           “Sin embargo, la inversión en la conservación de los bienes patrimoniales es
                                                          casi impensable debido a los altos costos de las intervenciones y a las pocas
                                                          fuentes de financiación existentes. Los municipios solo cuentan con los recursos
                                                         del IVA por telefonía celular que son destinados por el Ministerio de Cultura, a tra-
                                                          vés de las convocatorias realizadas por los departamentos, para la divulgación y
                                                         preservación del patrimonio, pues sus recursos ordinarios resultan insuficientes
                                                             para acometer proyectos de largo aliento para la protección de los bienes pa-
                                                               trimoniales”, dijo Gil.

                                                               Cali
                                                               En la capital del Valle del Cauca, Cali, la concepción e instalación de monu-
                                                               mentos en la ciudad, por parte de la administración municipal, están orien-
                                                               tados hacia las zonas urbanas consolidadas y de tradición, que conducen a
                                                               resaltar su memoria histórica o sus tradiciones, que en los nuevos desarro-
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