El sector constructor enfila baterías hacia el 2025
- Directivos de centros de estudios económicos y de pensamiento de Colombia analizan cómo está la industria edificadora y exponen sus proyecciones para lo que resta del año y el 2025.
Por: Gabriel Flórez
Periodista Camacol
En un escenario de inflación y tasas de interés del Banco de la República ajustándose a la baja, y la expectativa de que en el 2025 la construcción de vivienda empiece a aportar positivamente al PIB, los presidentes de Anif y Fedesarrollo, y directivos de BBVA Research y Corficolombiana hablaron con Urbana sobre la importancia de que la industria edificadora se reactive para que, de paso, la economía del país tome la senda de la recuperación.
José Ignacio López, presidente del centro de estudios económicos, Anif, recordó el dato del PIB del primer trimestre del año: “Tuvo un crecimiento anual de 0,7 % y no sorprendió; fue similar a las expectativas del mercado y los analistas, y confirmó que estamos frente a una desaceleración económica prevista desde el año pasado, que completa cuatro periodos con dinámicas cercanas al 0,1 %”.
A pesar de que el comportamiento era previsible, en el caso particular del subsector de edificaciones la variación de -2,5 % generó en el mercado un nuevo llamado sobre la importancia de impulsar un plan de reactivación para revertir la tendencia. Según López, “los indicadores puntuales de la vivienda de interés social (VIS) siguen en terreno negativo, pero esperamos que las tasas de interés sigan descendiendo y el Gobierno tome cartas en el asunto hacia el 2025”.
El directivo recordó que desde Anif han señalado que “hay espacio para que el Banco de la República sea más audaz en materia de tasas; entendemos que el contexto externo ha sido difícil de leer y eso impacta, pero los choques de oferta del país se han ido corrigiendo”.
El presidente del centro de estudios económicos también llamó la atención sobre la importancia de que, dadas las circunstancias del país, “el Ministerio de Vivienda impulse las iniciativas que permitan agilizar los desembolsos y facilitar los cierres financieros, así como garantías puente mientras se agilizan los subsidios, pues hay incertidumbre por la preasignación que ha sido lenta”.
A pesar de los escenarios, López señaló que es optimista y que el país, en medio de las eventualidades, aún es atractivo para la inversión y hay un potencial grande en los territorios. “Uno ve a los alcaldes de las ciudades principales y de otras regiones estimulando la vivienda y los temas inmobiliarios, y eso es positivo. En este entorno, la dinámica debería verse a partir del 2025”.
Recuperar la dinámica
Para Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, varios factores llevaron a que el sector redujera su nivel de actividad. “El primero de ellos fue el incremento en las tasas de interés y la inflación, que menguaron la capacidad adquisitiva de los hogares. Segundo, el cambio en el modelo de asignación de los subsidios del programa Mi Casa Ya, que ha afectado las condiciones del sector, mientras los hogares y los constructores se acostumbran a las nuevas condiciones de asignación”.
Sin embargo, Hernández considera que “hay un tercer factor del que se habla poco: el ahorro de los hogares, que se redujo profundamente en el 2022. Aunque el crecimiento económico estuvo muy impulsado por el PIB, y eso llevó a que la recuperación de Colombia superara, incluso, las de otros países de la región, la otra cara de la moneda fue la caída equivalente en el ahorro”.
Según el directivo, lo importante es que el impacto de las variables se está ajustando y el reto está en canalizar la mejora en la confianza de los hogares y en sus decisiones de compra, con miras a que en el 2025 la construcción de vivienda empiece a aportar positivamente al PIB. “El crecimiento del 2024 tendrá una dinámica a dos velocidades: en el primer semestre, la actividad se mantendrá débil y se espera una aceleración, progresiva y moderada, en el segundo semestre, que se consolidará en el 2025”.
Esto será determinante, ya que el 55 % de los sectores económicos, que representan el 61 % de la producción nacional, están relacionados con la construcción, dado que producen insumos que demanda la industria para desarrollar los proyectos, lo que confirma que es un sector intensivo en mano de obra y clave para el desempeño del empleo en el país”.
Expectativas con la inflación
Fedesarrollo también destaca los retos en materia económica, los más apremiantes, el aumento y la recuperación de la inversión. Según Luis Fernando Mejía, presidente del centro de investigación, “pese al ajuste en el ritmo de crecimiento de los precios, Colombia todavía presenta tasas de inflación por encima del promedio de la región, por lo cual su reducción será un elemento prioritario de la política económica este año”.
Según el directivo, “tras el crecimiento de 0,6 % observado en el 2023, esperamos que la economía se acelere hasta crecer 1,5 % en el 2024. Este resultado se daría por cuenta de una ligera recuperación de los sectores de industria y comercio, así como de la construcción, especialmente del segmento de obras civiles”.
Mejía también espera que la inflación siga disminuyendo a lo largo del 2024, hasta llegar a 5,5 % a final del año. “Además, producto de las disminuciones observadas y esperadas en este indicador, así como del bajo crecimiento económico, estimamos que el Banco de la República disminuirá su tasa de intervención a lo largo del año, hasta situarla en 7,5 % en diciembre próximo”.
En el caso específico de la vivienda, el presidente de Fedesarrollo ha sido consecuente con la importancia de los subsidios y su capacidad de generar actividad económica. En línea con esto, como lo destacó en el ‘Encuentro Perspectiva Económica de Camacol Bogotá Cundinamarca’, hay una coincidencia con el gremio y otros analistas en la necesidad de sumar acciones para la reactivación del sector.
Con mejores proyecciones
Según César Pabón, director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, “las tasas de interés altas seguirán presionando a la baja la demanda de los hogares. Sin embargo, se espera que una moderación hacia finales del año permita una leve recuperación”.
En este escenario, el directivo compartió otras proyecciones: “La contracción en las ventas, lanzamientos e iniciaciones de vivienda en el 2023 anticipan una caída del PIB edificador de 2,7 % en el 2024, pero la moderación en la contracción es alentadora para las perspectivas del 2025. A esto debemos sumarle que se ha observado un alivio en los costos; los menores precios internacionales del acero han redundado en una menor variación de costos de construcción de vivienda y eso es positivo”.
Pabón también considera que “los cambios en la focalización de los subsidios de Mi Casa Ya afectaron la dinámica comercial del segmento VIS el año pasado, pero sin variaciones adicionales, los efectos deberían estar ajustados durante el 2024”.