ACERO PARA CONCRETO, POLÍTICA COMERCIAL Y REACTIVACIÓN ECONÓMICA

Edición 91 | Jueves, Diciembre 9, 2021 - 12:08

La recomendación formulada por el Comité de Asuntos Aduaneros y Arancelarios (Triple A) de reducir del 10 al 5 por ciento los aranceles para la importación de dos subpartidas de aceros largos, y que está a la espera de la firma del decreto que lo oficializa, ayudaría a mitigar de manera temporal la coyuntura de desabastecimiento y altos precios del segundo insumo más importante para el sector de la construcción.

El Índice de Costos de Construcción de Vivienda – ICCV publicado por el DANE, señaló en su último informe que el precio de hierros y aceros registró una variación anual de 40,6%, siendo el insumo de mayor aumento en la cadena de suministro de la construcción de vivienda. Con ese incremento, los proyectos de Vivienda de Interés Social entraron en riesgo de ejecución, pues desde enero de 2020 a agosto de 2021 estos materiales acumulan una variación que asciende a 45,3%. La situación es más crítica si se tiene en cuenta que actualmente existen 1.711 etapas de proyectos de vivienda social que no han iniciado su construcción y 1.453 etapas de proyectos adicionales que están en su fase de cimentación y estructura; es decir, hay más de 3.200 etapas de proyectos de vivienda social en los cuales el aumento de precios del acero pone en riesgo su ejecución. Ante este panorama, Camacol solicitó al Gobierno Nacional que se evaluara una reducción del arancel para las partidas correspondientes a la importación de barras y alambrón, petición que fue evaluada técnicamente en el Comité de Asuntos Aduaneros y Arancelarios (Tripe A) y en el que se evidenció que la producción local no es autosuficiente para atender la demanda interna del insumo y dada la escasez del producto, se requieren acciones de política comercial para mejorar su abastecimiento.

De acuerdo con las proyecciones del Gremio, en los próximo dos años se iniciará la construcción de 365.000 nuevas viviendas y 9,5 millones de metros cuadrados en actividad no residencial, y por tanto es fundamental garantizar la normalización del canal de abastecimiento y el fortalecimiento tanto de la producción local como del modelo de proveeduría de importaciones. Actualmente se está a la espera de la firma del decreto que deja en firme la recomendación y que puede contribuir a mitigar de manera temporal la coyuntura de desabastecimiento y altos precios.

Los constructores

El acero es utilizado por los constructores para los proyectos de vivienda e infraestructura por sus cualidades de resistencia en el tiempo, su uso flexible y además porque se trata de un material insustituible en una edificación.

Cuando el material empieza a escasear, o sus precios empiezan a elevarse, pueden presentarse situaciones complicadas en los proyectos poniendo en riesgo su inicio o ejecución. Así lo señala la gerente de negocios Cusezar, Susana Peláez, quien afirma que “en la compañía no hemos sido ajenos a esta situación de desabastecimiento, al aumento en los tiempos de despachos y al alza desmesurada en los precios del acero, que no se tenía previsto. teníamos unas provisiones para los incrementos de precios en porcentajes menores, sin embargo, hemos manejado el tema con una mayor eficiencia en nuestros procesos de costeos y compras, anticipándonos con pedidos para evitar atrasos en las obras”.

Por su parte, aunque Amarilo puede garantizar que todos sus proyectos han tenido continuidad, el llamado del presidente de la compañía, Roberto More- no, es que “se requiere una pronta solución para no afectar los ritmos de construcción, el empleo y la oferta de vivienda. Sin duda se trata de un factor que está afectando a todas las constructoras en Colombia y empresas de otros sectores de la economía que también demandan esta materia prima”. La estimación de Amarilo es que los precios del acero se han incrementado en más de un 70%, lo que ha provocado un mayor costo en las obras. Dicha situación ha impactado el cierre financiero de los proyectos en general y muy particularmente los de vivienda VIS, generando una reducción de la oferta en este tipo de inmuebles.

¿Cómo fue el proceso?

El Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior (Comité Triple A) en la última sesión, que se adelantó del 22 al 24 de septiembre, hizo las recomendaciones del caso y que fueron presentadas ante el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) para obtener su visto bueno. Luego fue publicado en un proyecto de decreto para consulta del público por 15 días calendario, durante los cuales se recibieron comentarios. Tras cumplirse ese plazo, solo resta la expedición del decreto respectivo adoptando la medida. La recomendación del Comité Triple A es bajar el arancel para la importación de acero (alambrón y barras) del 10% al 5% por un periodo de seis meses, prorrogables por otros seis más (en todo caso no puede exceder un año), previa revisión del Comité. Esta medida de carácter temporal atiende la necesidad de encontrar un balance entre las peticiones de cada uno de los sectores productivos involucrados: construcción e industria siderúrgica. Con esto se busca disminuir el costo de los insumos de la construcción de viviendas y garantizar el abastecimiento de la materia prima para las obras de infraestructura de manera competitiva.

Camacol considera que las recomendaciones que por unanimidad adoptó el Gobierno Nacional, en la instancia del Comité Triple A, respecto a la reducción arancelaria para la importación de barras y alambrón de acero usado en la construcción de edificaciones, son procedentes y coherentes con la reactivación económica, la generación de empleo, la construcción de la vivienda social de los hogares colombianos y los proyectos de infraestructura urbana y equipamientos sociales que se llevan a cabo para proveer los servicios sociales del Estado, como por ejemplo, centros educativos. La recomendación, y su pronta puesta en marcha, es fundamental para el proceso.