Page 43 - Revista Urbana 69
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ción de viviendas, sino un activo fi- Se mueven muy de cerca juntos y más fuerte son los incentivos para
nanciero por derecho propio. el crecimiento de los precios de los propietarios, quienes mantie-
En otras palabras, la política de ambos difícilmente no varió con la nen la expectativa por futuros au-
oferta de suelo altamente restrictiva crisis de 2007/08, pero el precio de mentos de precio.
hace que las casas y los terrenos pa- la vivienda se eleva más rápido. Al Por lo tanto, culpar a los especula-
ra vivienda se conviertan en algo así menos una razón para el rendi- dores por la escasez de viviendas y
como el oro u obras de arte -un acti- miento superior de las casas es el aumento de los precios es simple-
vo para el que hay una demanda de que mientras que las obras de arte mente incorrecto. Es política pública
consumo, pero con una oferta limi- pueden generar placer, a su vez ge- británica imponer controles más es-
tada-. Así que el precio refleja cada neran ingresos muy limitados. Las trictos en el nombre de la ciudad
vez más la expectativa de valoriza- casas, sin embargo, proporcionan compacta para preservar las tierras
ción en relación con otros activos de más placer obviamente comercia- rurales, convirtiendo un bien que es
inversión. Desde la crisis financiera lizable en forma de ‘’los servicios en principio, en el suministro muy La política de
de 2007 y 2008, con tasas de interés de la vivienda” - nosotros pode- poco flexible, en un bien apreciado y planificación
en mínimos históricos y gran incerti- mos vivir en ellos o alquilarlos. escaso. Podemos ver esto en el com-
dumbre en los mercados globales, Mientras la política controla cada portamiento de los precios de la vi- británica no sólo
las obras de arte y la vivienda en el vez más el suministro de suelo y vienda y en el de la tierra antes de ha logrado que
reino unido se han transformado en vivienda, más se convierten estos que impusiéramos nuestras limita-
activos muy atractivos. en activos de inversión. A su vez, ciones en la oferta del suelo a me- la vivienda esté
diados de la década de 1950. Tam- fuera del alcance
bién lo podemos ver desde otros
mercados de vivienda -como Suiza o de la población 43 43
Alemania- donde la política garanti- y que sea de
za una adecuada oferta.
Las ciudades se expandieron a baja calidad, sino
un ritmo sin precedentes históri- que también ha
cos en Gran Bretaña durante los
siglos XIX y XX, pero el suelo urba- exportado estas
no no estaba restringido porque ideas alrededor
nuevos transportes -ferrocarril de
cercanías, tranvías, el subterráneo del mundo.
de Londres y carreteras arteriales-
dispusieron de la tierra que se ne-
cesitaba. Esto fue detenido por la
Ley de Ordenamiento Territorial
que expropió los derechos de de-
sarrollo, inventó una nueva defini-
ción legal de desarrollo, de modo
que cualquier cambio de uso re-
quirió un permiso específico de
“desarrollo”, e impuso políticas de
contención urbanas con ‘cinturo-
nes verdes’ (Cheshire, 2009 ).
Los partidarios de las políticas de
contención urbanas sostienen que