Page 46 - Revista Urbana 70
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EN CONSTRUCCIÓN
sos de pre inversión no se inician o no tienen la suficiente continuidad. Si bien esta pro-
blemática es bastante compleja, el liderazgo sectorial de las entidades nacionales puede
contribuir a superar algunas dificultades.
La FDN está estructurando un Programa APP para la construcción, dotación, manteni-
miento y operación de servicios no pedagógicos en cerca de 70 instituciones educativas
de 4 entidades territoriales (Antioquia, Medellín, Barranquilla y Cartagena) para el Minis-
El problema más agudo para terio de Educación Nacional. Sin el liderazgo conceptual y los recursos asignados por el
las APP es la inexistencia de Ministerio, este tipo de iniciativas difícilmente podría prosperar, ya que se requiere una
escala mínima para que un proyecto o programa APP sea suficientemente atractivo para
visión de largo plazo y falta de inversionistas y financiadores. Además, éste esquema podría replicarse en otros secto-
capacidad institucional en la res como salud (hospitales); centros de atención para niños y adultos mayores; sanea-
miento y agua potable, entre otros, como efectivamente ha sucedido en otros países de
planeación de las entidades la región.
territoriales. Adicionalmente, diseñar e implementar esquemas APP en forma exitosa requiere cono-
cimientos especializados con los cuales no cuentan la mayoría de departamentos, distri-
tos y municipios. Por eso harían bien ellos en apoyarse en entidades como la FDN, que
podrían ayudarlos en vincular al sector privado en la solución de necesidades en infraes-
tructura de transporte, social y de desarrollo urbano.
También es necesario que la política pública genere mejores señales sobre los sectores,
temas e iniciativas en las cuales espera el apoyo del sector privado. No deja de ser paradó-
jico que pese a las enormes necesidades de infraestructura, de 432 iniciativas privadas pre-
sentadas, solamente 12 hayan sido aprobadas (de las cuales 2 han sido del nivel territorial).
Este es un escenario indeseable en el cual los privados hacen esfuerzos para originar
proyectos, pero estos no son del interés del sector público y/o éste no tiene la capacidad
para darle trámite a dichas iniciativas. Conviene entonces que las entidades públicas
den señales más claras al mercado sobre los proyectos que requieren, definan de mejor
forma el alcance de lo que esperan y también agilicen la evaluación de dichas iniciativas,
buscando asesoría especializada cuando no cuenten con la experiencia requerida. No
sobra señalar que en muchos países no se permiten iniciativas privadas en APPs o éstas
46 se encuentran muy reguladas, con lo cual se busca que los programas y proyectos refle-
jen de la mejor manera las necesidades de la población.
La limitada capacidad fiscal de las entidades territoriales es otro tema importante de re-
flexión. Si bien la Ley con sobrada razón es estricta para evitar que los esquemas APP
generen una excesiva carga fiscal a los departamentos, distritos y municipios,
conviene evaluar si ciertos proyectos o programas de envergadura con benefi-
cios económicos y sociales de muy largo plazo ameritan contar con unas reglas
más flexibles.
De acuerdo con lo expuesto, el florecimiento del esquema APP para llevarlo
a nuevos sectores y entidades requiere un trabajo coordinado entre gobier-
nos (Nacional y territoriales) con un enfoque de programas que pueda agru-
par proyectos de inversión de tal manera que haya economías de escala en
la estructuración y se despierte un mayor interés en inversionistas privados
nacionales e internacionales. Otro beneficio de este enfoque es que se
pueden estandarizar los contratos aplicables y generar secuencias u
“olas” que permitan verificar la capacidad de los mercados inversionista
y financiero y replicar las estructuras en otras entidades territoriales.
El Gobierno Nacional ha emprendido un exitoso camino para ade-
lantar obras a través de esquemas APP y tanto el marco regulatorio
como el institucional se han ido adaptando y han sido determinantes
para los logros que ya se observan. Es hora que este aprendizaje se tras-
lade al nivel subnacional para que los habitantes de nuestras ciudades se
beneficien de bienes y servicios públicos provistos con mayor innovación
y eficiencia.