Page 17 - Revista Urbana 89
P. 17
mujeres han asumido gran parte del trabajo no remunerado en el hogar y, como si fuera poco,
la CEPAL publicó que el 77% de las mujeres ejercen su trabajo de manera informal, por lo
que durante la pandemia a más del 70% de las trabajadoras domésticas se les disminuye-
ron los ingresos o desaparecieron cuando perdieron su empleo.
Ahora bien, no se puede dejar a un lado la violencia contra las mujeres y niñas. Según el
Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG), en 2019 se regis-
traron 4.640 casos de feminicidio en 24 países, 18 latinoamericanos y seis caribeños. “Aun-
que estas cifras parecen muy altas, se estima que la magnitud real del fenómeno está sub-
estimada. Las medidas de confinamiento y distanciamiento social, así como las restriccio-
nes de movilidad, están generando mayores riesgos de violencia, intensificando su aisla-
miento y generando barreras adicionales en el acceso a servicios esenciales”, agregó Vaeza.
Pero la intensificación de la violencia contra las mujeres y niñas no solo está ocurriendo
en los hogares, sino también en los espacios públicos, tal y como lo indican publicaciones
de ONU Mujeres.
Vaeza comentó que “las medidas de restricción de movilidad están generando mayores
riesgos de acoso, violencia sexual u otras formas de violencia en espacios públicos, incre-
mentando las percepciones de inseguridad y el temor que viven las mujeres en las calles. Por
otra parte, al aumentar el uso de internet, ha aumentado la ciberviolencia y el ciberacoso.
El camino hacia el cierre de brechas de género “Antes de la pandemia,
Aunque el reconocimiento de la igualdad ha mejorado a través de los años en Latinoa- las mujeres de la región
mérica, las cifras siguen evidenciando los desafíos para cerrar las brechas entre hombres dedicaban más del triple
y mujeres. Es ahí donde los gobiernos y los empleadores juegan un papel clave para di-
señar e implementar políticas que favorezcan la participación de las mujeres en todas de tiempo que los hombres
las esferas de la sociedad. al trabajo de cuidados.
“Desde ONU Mujeres queremos insistir en una recuperación que atienda las diferen-
cias, las brechas y la desigualdad, que abogue por empleo decente para que el empode- Esto pone en evidencia
ramiento y la autonomía de las mujeres sean factores constitutivos de nuestra sociedad. la necesidad de mejorar 15 15
El sector privado es fundamental para alcanzar la igualdad de género y un desarrollo
sostenible, más inclusivo e integral, y a la vez para que actúe como pieza angular en la el reparto de las tareas
recuperación post pandemia. Los privados pueden contribuir con modelos sin discrimi- de cuidado y la urgencia
nación al interior y a lo largo de sus cadenas de suministro”, explicó Vaeza.
De igual forma, organismos internacionales mencionan que fortalecer los mecanismos de establecer un nuevo
que permitan otorgarle a las mujeres mayores recursos humanos, políticos y financieros contrato social”, directora
representan un avance para la construcción de sociedades justas y equitativas. Igual-
mente, no se pueden desligar los planes de formación y capacitación en materia de equi- Regional de ONU Mujeres
dad de género en espacios académicos, sectores públicos y privados. para las Américas y el
Las oportunidades que la equidad de género trae para el desarrollo de las personas, las
organizaciones, la sociedad y la economía son invaluables e impulsar arreglos institucio- Caribe, María Noel Vaeza
nales y legales permitirá revertir la desigualdad de género en los países latinoamerica-
nos, cada uno de los actores tienen la capacidad sumar y aportar al cambio.